sábado, 22 de diciembre de 2012

AYER ESTUVIMOS DE CENA




La cena del 21 de noviembre, tuvo lugar una vez comprobado que no se había acabado el mundo, aunque, eso sí,  alguno la disfrutó como si fuera a ser la última.

El menú que ya conocéis se modificó ligeramente, cambiando las lentejas con castañas `por una riquísima terrina de lechuga, que algunos pensaron que era de espárragos y añadiendo en la prima mensa un “Agnum cun liquamem salsum”  o cordero al garum, para chuparse los dedos.

Terminamos la noche en el Rincón del Arte Nuevo, del que salimos a muy altas horas..

¡Hasta la próxima!

miércoles, 19 de diciembre de 2012

MENÚS DE CENAS ANTERIORES DE MANDUCARE

En el Restaurante El Fandi
 
La Lechuga
 
 
 

30 DE NOVIEMBRE DE 2012. CENA DE LA ASOCIACIÓN INTERDISCIPLINAR DE ESTUDIOS ROMANOS (AIER)




Y ahí estábamos, bajo el onírico sonido del aulós y sobre los brillos metálicos del vino. Frente a frente, las sonrisas competían en un duelo de brindis clamorosos.
La sala de la cena, en un palacio del s. XVII

"¡Para rematar, que una Venus entre esta noche en mi cama!", gritó alguno, entusiasmado.
Ahí estábamos los asociados de la AIER, experimentando nuestra particular cena romana como colofón del X Coloquio de la AIER.
Preparado el paladar, afilados los sentidos para dejarnos llevar dos mil años atrás en el tiempo, rastreando las recetas de Apicio, del pseudo-Virgilio o de Catón. Epityrum, moretvm, in mitvliis, lenticvla, minvtalis matianvm, pvllvs vardanvs... ¡Y qué cunda el vino!
Jesús Rodríguez Morales, arqueólogo y Cicerón, también asociado de la AIER, nos explicaba con detalles y con mimo las técnicas culinarias, los condimentos, los tiempos de preparación... Su boca hablaba lo mismo que sus ojos, a los que se les escapaba la pasión.
Se apagaron las luces eléctricas, se encendieron las mechas y los motivos decorativos de los discos de las lucernas parecieron tomar vida. ¡Qué noche! Gladiadores, legionarios, comerciantes, artesanos y pastores; también dioses y fieras cenaron con nosotros como sombras de un mundo que no desaparecerá mientras exista gente dispuesta a indagar, a buscar, a soñar...

Una sombra crecía sobre el fondo, proyectándose contra la pared. Alguien se levantaba mientras alzaba la copa. "¡Por una Roma eterna, porque lo que es eterno no morirá jamás!", gritó; todos le seguimos.
 
Un aspecto de la cena
 
Después siguió la noche, pero... Ni todo ha de ser digno de ser contado ni todo lo contado ha de ser digno.
Nuestro equipo de cocina y sala



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